36 años después Argentina volvió a ganar una Copa del Mundo, su tercera estrella y, como no podía ser de otra manera, la gente salió a las calles. Más de un millón de personas se concentraron en la avenida 9 de julio y el Obelisco parafestejar el título que consiguieronLionel Messi y compañía en el Mundial de Qatar 2022.

La euforia se demostró de todas las formas posibles y hasta una persona se subió al histórico monumento para festejar. El momento en que Gonzalo Montiel cambió el último penal por gol hizo explotar a los hinchas.

Foto: TOMAS CUESTA/AFP

Mientras se definía el partido entre Argentina y Francia en Qatar, una ciclista recorría el corazón de Buenos Aires que parecía desértica y en silencio pero, segundos después, se transformó en una escena como de película a medida que la bicicleta seguía su curso.

La capital de Argentina no estaba desértica y mucho menos estaría en silencio. Esos fueron los segundos previos al penal de Gonzalo Montiel que le dieron el título a la albiceleste. Una vez que el exRiver Plate cambió penal por gol, la ciudad estalló en un grito de gol y la gente salió con furia a las calles.

Con furia bien entendida. Porque si algo tiene el fútbol es que iguala y todos pueden ser iguales cuando corre una pelota. Otro de los momentos emotivos que se vivieron en los festejos en el Obelisco fue cuando un hincha, que venía arreando su carro, recibió como regalo de otro la camiseta de la selección. La emoción lo desbordó y lo ovacionaron cuando se vistió con la albiceleste.