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Vaginismo: la disfunción sexual de la que poco se habla pero por la que mucho se sufre

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MUJERES

En su columna semanal, la médica Ginecotocóloga Mariana Piastri explica que las causas de este problema suelen estar relacionadas a condiciones psicológicas y orgánicas.

El vaginismoes una disfunción sexual caracterizada por dolor.

Se define como la dificultad persistente o recurrente de conseguir la entrada en la vagina del pene, un dedo o de algún objeto (tampón por ejemplo) a pesar de los deseos de la mujer de hacerlo y habiendo descartado anomalías físicas.

Secundariamente a este dolor suelen aparecer fobia o evitación, anticipación, temor, y dolor, con la aparición de contracción variable e involuntaria de la musculatura pélvica.

Las causas suelen ser relacionadas a condiciones psicológicas y orgánicas.
Dentro de las psicológicas se incluyen, una educación sexual restrictiva, falta de conocimiento del propio cuerpo, dificultades en la relación de pareja e incluso el miedo al embarazo.

No debemos olvidar pesquizar el antecedente de abuso sexual o físico que también pueden estar en el origen de esta patología.

Dentro de las causas orgánicas se encuentran algunas enfermedades crónicas que pueden causar fatiga, dolor o alteraciones anatómicas, así como también patologías propias de la vulva.

La exploración física en estas pacientes suele ser desafiante ya que el mecanismo evitativo tambien puede ocurrir durante el examen y puede ir desde la imposibilidad de colocar un espéculo hasta la imposibilidad de separar las piernas solamente para la observación.

Claramente el abordaje de esta patología debe ser multidisciplinario, incluyendo a psicología, ginecología y todas las especialidades que correspondan.

El inicio del tratamiento incluye la educación sexual, desmitificar conceptos erróneos y diferentes formas de abordaje junto a la pareja si esta existe.

También existe el recurso de los dilatadores vaginales, que pueden ser usados por la mujer y compartirlos con su pareja , que intentan dilatar de forma progresiva el canal vaginal siempre acompañado de diferentes herramientas psicológicas y terapéuticas.

Incluso, luego de solucionar la fuente de dolor, los mecanismos involuntarios de fobia y evitación suelen persistir por lo que el tratamiento suele ser prolongado.

CONOCÉ A NUESTRA COLUMNISTA
Mariana Piastri
Mariana Piastri

Médica Ginecotocóloga. Master en Anticoncepción y Salud Sexual y Reproductiva. Fellow internacional en Ginecología Infanto Juvenil. Ex Asistente de clínica Ginecotológica “C”

Podés seguirla a través de las cuentas de Instagram @gineuy_y @clinicafreyauy

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