Busquemos las respuestas de cualquier duda en el mismo usuario, no tengamos miedo a volver todas las veces que fuera necesario. Entender las necesidades y el viaje del consumidor será determinante para tu emprendimiento.

Esto significa tener una estrategia y mantenernos firmes en ella, no importa cuan pequeño sea tu negocio al inicio, tener claro hacia donde vas te dará seguridad a futuro. Además, te ayudará a conectar mejor con tu audiencia y ganar credibilidad en el mercado.

Es clave dejar el temor de lado. Nadie te va a robar tu idea de negocio. Desde que parte tu proyecto, es importante que cuentes el proceso y porqué haces lo que haces. Ese ‘storytelling’ vende más que una oferta o publicidad.

 A menos que tu emprendimiento sea del rubro 100% ‘tech’, usa las herramientas tecnológicas para crecer y expandir tu negocio. No veas la tecnología como un elemento más, trata de darle propósito y un sentido que beneficie tu posicionamiento como marca.

La oportunidad de recibir consejos o el acompañamiento de personas que ya pasaron por lo que estamos haciendo, nos ayudará a dar pasos con mayor confianza y decisión. Rodearte de emprendedores o personas que admiras será de mucha ayuda para tu crecimiento como emprendedora.

Emprender puede llegar a ser solitario y tener una comunidad de soporte nos ayudará mucho a contener y compartir nuestras alegrías, tristezas, triunfos y debilidades. Puedes encontrar esta red de apoyo en tus amigos, pareja, familia. Y recuerda que también debemos atender a nuestra comunidad creada a partir del emprendimiento.

Nada se logra sin arriesgar y por más que el temor esté presente, el resultado y la satisfacción después de hacer realidad el negocio de tus sueños supera cualquier límite. Un mantra muy sencillo: ¡Hagámoslo sin importar el miedo!